La conservación es un término que se refiere a la protección del objeto
físico frente al deterioro. Incluye el control de las condiciones ambientales,
las normas de uso del material físico, así como su acceso. Esta parte es
sencilla de comprender, y la desarrollaremos más en el apartado de conservación
del material fílmico.
La conservación de una archivo o colección requiere la elaboración de una
estrategia, puesto que hemos visto que dentro de un mismo archivo podemos
encontrar una amplia diversidad de materiales.
Para establecer esta estrategia conviene conocer muy bien la colección.
Aunque no se puedan evaluar los materiales pieza a pieza, sería importante
saber:
– Qué tipo de materiales podemos encontrar en la colección, sabiendo el
tipo de material, podremos hacernos una idea de los soportes y emulsiones que
se pueden dar.
– Qué formatos encontramos, tanto para saber la tecnología y herramientas
que vamos a necesitar para su manipulación y reproducción, como para evaluar la
forma de almacenamiento
– Qué elementos tenemos, a qué generación pertenecen, que importancia
tienen
– Y una evaluación general del estado de conservación.
Conociendo estos datos, aunque sea a grandes rasgos, podemos hacer una
valoración de las necesidades de conservación que requiere la colección, y el
tipo de acceso que van a requerir.
Es importante conocer los estándares ideales de conservación para cada
material, aunque no podamos aplicarlos estrictamente en nuestro entorno. Se
trata de estándares que se han determinado para prolongar la vida de cada
material lo máximo posible, en unas condiciones aceptable.s
Una vez tengamos todos estos datos, hay que sentarse y evaluar la realidad
del archivo, Cuál es el presupuesto anual, cuales son los recursos personales,
el espacio de que se dispone, etc. Entonces podremos establecer la estrategia
más recomendable para nuestra colección.