La Unesco estableció en 2005 el 27 de octubre como el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual como mecanismo para concienciar a todo el público sobre la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de los documentos audiovisuales como parte integrante de la identidad nacional.
En 2010 su directora, Irina Bokova, explicó que las películas, vídeos y materiales grabados de la radio son testimonios de nuestra historia, parte de ellos se han perdido para siempre por abandono, destrucción, deterioro y obsolescencia tecnológica y que su desaparición representa un empobrecimiento irremediable de la memoria mundial. Los documentos audiovisuales, como las películas, los programas de radio y televisión, las grabaciones sonoras y de vídeo, contienen los registros principales de los siglos XX y XXI.
Por su capacidad de trascender fronteras, entre ellas lingüísticas y culturales, los documentos audiovisuales han transformado la sociedad al convertirse en un complemento permanente de los registros escritos tradicionales. Pero lamentablemente se estima que no tenemos más de diez o quince años para digitalizar los archivos audiovisuales a fin de evitar su pérdida.